domingo, 18 de febrero de 2018

El Museo Íbero de Jaén, la gran esperanza.

Saludos, amigos y amigas.

El pasado 2017 estuvo marcado por un hecho histórico para la ciudad de Jaén.

Esta maltratada ciudad en la que desde hace demasiado tiempo se acumulan promesas incumplidas, proyectos inacabados y una inacción exasperante que hace que el Casco Antiguo de la ciudad, en el que se incluye su Judería, muestre un aspecto lamentable de abandono y dejadez, que hace que proyectos millonarios como el Tranvía o el Parque Acuático permanezcan décadas "muertos de risa" como se suele decir.


Entre tanto despropósito, entre la marea de dimes y diretes, de y tú más y de hoy participo en este proyecto pero mañana no, surgió en 2017 como digo, una esperanza.


El Museo Íbero de Jaén, el gran museo de la historia de Jaén se convirtió en una realidad, 20 años después de comenzar el proyecto de construcción.

Alzado sobre la Antigua Cárcel Provincial (muestra desaparecida de la memoria de Jaén y de los abusos, fusilamientos y ejecuciones producidas tras el final de la guerra civil y posterior dictadura golpista) este gran edificio, por fin llega casi al final de su largo camino para ser el referente histórico de la cultura íbera en Andalucía.


Y digo casi porque tan solo está abierto parcialmente, el 10% del total de hecho, por lo que no cabe duda que aún queda mucho por conocer y que descubrir de este futuro referente en el Viaje al Tiempo de los Íberos.


Actualmente, en su interior se encuentra la muestra La Dama, el Príncipe, el Héroe y la Diosa; en la que podemos sumergirnos en este pasado excepcional, caminando entre los yacimientos arqueológicos de nuestra provincia como Puente Tablas, la Cueva de la Lobera o la Cámara de Toya y conociendo los hallazgos en ellos encontrados, al tiempo que podemos disfrutar de numerosas piezas traídas de varios puntos de España.

 


En el recorrido, primero conoceremos al Príncipe, pieza fundamental en la cultura íbera, representada en el conjunto arqueológico de Cerrillo Blanco en Porcuna, o en la Cámara de Piquía en Arjona, donde podremos mirar a la cara a los antiguos pobladores de nuestra provincia y descubrir los ritos con los que se enfrentaban al viaje al otro mundo, dejando para la posteridad su linaje.




A continuación, la Dama, pieza fundamental en la vida, como madre perpetuadora del linaje, mediadora con los dioses, utilizada como icono muchas veces de los mismos. Su imagen aparece en multitud de piezas arqueológicas y las piezas que decoraban sus cuerpos y ropajes, forman parte de riquísimos ajuares.

 




El Héroe, protagonista de los yacimientos de Cerrillo Blanco o la Cámara de Toya, nos habla de un tiempo en el que la naturaleza en la provincia aún era salvaje, con luchas con lobos y animales mitológicos que demostraban la valía y el poder del mismo, que los convertían en líderes de la aristocracia de aquel tiempo y los preparaba para viajar a la otra vida acompañados de ricos ajuares funerarios.






La Diosa, la gran protagonista en Puente Tablas y Cueva de la Lobera, nos habla de los cambios en la naturaleza y de las estaciones, del control de las mismas, de ritos y ofrendas, muchas veces convertidas en miles de exvotos.





En nuestro corto paseo, podremos comprender lo importante que es el trabajo arqueológico para nuestra tierra y el grave peligro que representan el expolio y el robo de estos filones de historia. Así, termina la visita.
No obstante, en mi humilde opinión, esta colección queda muy pequeña y corta al tiempo que el museo aún pareciera inacabado, pues en el rótulo de la entrada aún faltan letras, "DE JAÉN", para que todo el mundo sepa que este gran cofre de historia es de Jaén, Jaén, como el Museo Picasso Málaga y tantos otros referentes museísticos conocidos a nivel nacional y muchos detalles más que esperemos que con el tiempo vayan desapareciendo mientras esperamos la definitiva inauguración de este gran museo, que sin duda va a traer grandes alegrías a esta ciudad tan necesitada de ellas.

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